En ocasiones, necesitamos desconectar del ruido y el estrés de la ciudad, por lo que nos escapamos a lugares que nos aportan tranquilidad y serenidad. Matallana se ha convertido en un emplazamiento idóneo para llevar a cabo esta misión y poder disfrutar de la naturaleza.
En la frontera entre las comarcas de los Montes Torozos y Tierra de Campos, dentro del término municipal de Villalba de los Alcores, podemos encontrar La Finca Coto Bajo de Matallana. Destinada principalmente a la comunidad escolar, ya se considera un verdadero referente de educación ambiental. A través de diversas actividades como visitas guiadas, paseos en burro, exposiciones… Este enclave pretende que los visitantes aprendan a apreciar el valor ecológico del hábitat lo que los rodea.
El lugar se encuentra presidido por el Monasterio de Santa María de Matallana, cuyo origen se remonta al siglo XII, cuando Tello Pérez de Meneses y su esposa lo fundaron gracias a la donación por parte del rey Alfonso VIII de Castilla. La iglesia, construida dos siglos más tarde, sigue el modelo del Monasterio de las Huelgas de Burgos.
Gracias a la idoneidad de su ubicación, fue utilizado como hospital para los empleados del Canal de Castilla. Aunque, unos años después, pasó a convertirse en cantera para la construcción del ramal de Campos de dicho canal, hasta que terminó como finca agropecuaria.
Al ser propiedad de la Diputación Provincial de Valladolid y declararse Monumento Nacional en 1931, se transformó en un Centro de Interpretación de la Naturaleza. En el interior, podemos encontrar una completa sala de exposición sobre la fauna y la flora de la zona. Pero tampoco hay que olvidarse de su parte externa, conformada por unos amplios jardines, que contienen parques temáticos, un jardín botánico, las ruinas del monasterio cisterciense de Matallana, una laguna o un invernadero.
Actualmente, su Parque Infantil Tematizado se considera un gran foco de excursiones escolares. Especialmente diseñado para los más pequeños, cuenta con una gran cantidad de columpios, toboganes, tirolinas… Los mayores, por su parte, también pueden disfrutar del lugar, acudiendo a la antigua bodega monacal, realizando rutas en bicicleta o, simplemente, parándose a disfrutar del paisaje.
Sin duda, Matallana se ha convertido en un referente para los amantes de la naturaleza. Resulta complicado encontrar a un niño vallisoletano que no haya acudido alguna vez al famoso lugar. Hoy en día, pequeños y adultos se reúnen en el enclave vallisoletano para disfrutar del campo, la tranquilidad y el aire puro. Sin olvidarse de la gran historia que hay detrás de un Monasterio que ha sabido recibir encontrar un buen uso tras nueve siglos de existencia.
Si queréis conocer más información acerca de los horarios y actividades de Matallana, tan solo tenéis que visitar la web de la Diputación de Valladolid. Su visita es uno de los múltiples planes recomendables que se pueden encontrar en la provincia vallisoletana.