La denominada Ciudad de los Almirantes es la cabeza de la comarca de la Tierra de Campos y ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico. Medina de Rioseco es un lugar en el que se respira historia y que guarda la esencia de una tierra en la que se conjugan patrimonio y arraigadas tradiciones.
Medina de Rioseco ha sido testigo y protagonista de los principales acontecimientos históricos. Fue poblada por vacceos, celtas y romanos aunque su momento de mayor esplendor coincide con el Almirantazgo de Castilla desde finales del siglo XV, en que Alfonso Enríquez establece su sede en la entonces villa, hasta casi el siglo XVIII.
Los once miembros de la dinastía Enríquez marcaron el auge del municipio. Juan I la dotó de escudo en el siglo XIV y la distinguió con los títulos de muy noble y muy leal. La celebración de importantes ferias y mercados, la colocaron en una situación privilegiada que se vería incrementada cuando Felipe IV (en 1632) le concede el título de ciudad con todos su privilegios.
Y es que no era para menos. La Ciudad de los Almirantes atesora grandes iglesias como la de de Santa María de Mediavilla, del siglo XV, que guarda un retablo mayor con tallas de Juan de Juni, y en la antigua sacristía muestra la Capilla de los Benavente, conocida también como “Sixtina de Castilla”.
Otro edificio de gran interés es la iglesia de Santiago, del siglo XVI, que reúne variados estilos artísticos. En el exterior destaca la fachada principal herreriana, portada gótica de Gil de Hontañón y otra plateresca de Espinosa, así como un retablo dedicado al Apóstol Santiago.
Su riqueza patrimonial se ensalza aún más durante su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional. Sus procesiones, que recorren el casco histórico, presumen de ser una de las más antiguas de España.
El museo de la Semana Santa, ubicado en la antigua iglesia de Santa Cruz (finales del siglo XVI), alberga los pasos de la Semana Santa riosecana. Otro de los museos importantes del municipio es el Museo de arte sacro de San Francisco, en el que se guardan esculturas en barro cocido de Juan de Juni y la colección de marfiles hispano filipinos (XVII).
En pleno siglo XVIII, Medina de Rioseco participó en una de las construcciones más importantes y antiguas de la región: el Canal de Castilla. Actualmente, constituye una ruta verde de incalculable valor histórico y medioambiental. Y un auténtico reclamo turístico compuesto con el Barco Turístico ‘Antonio de Ulloa’, la Fábrica de harinas ‘San Antonio’ y el Programa de Turismo Activo ‘La Aventura del Canal’.
Además de toda la riqueza patrimonial y cultural, el municipio destaca por su oferta gastronómica representada por el pichón y el lechazo asado, así como la repostería, la joya de la gastronomía riosecana.
Medina de Rioseco es un lugar tocado por la magia del agua, en plena Tierra de Campos. Su casco histórico con la Rúa Mayor, sus monumentales iglesias y sus museos, el Canal de Castilla y su Semana Santa. Todos ellos han dejado huella en un municipio donde la historia y el arte se conjugan a la perfección.
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