Cuando se coarta la improvisación del viajero, también se limita su posibilidad de sorprenderse. Esta es una lección que en Castilla y León adquiere todavía más fuerza, pues su verdadero potencial se hace visible solo cuando abres los ojos, miras hacia los lados y empiezas a caminar senderos inexplorados por las guías turísticas.
Será entonces cuando te sorprenderás ante monumentos que se erigen imponentes en los lugares donde menos te lo esperas. Bien porque les falta promoción, o porque sus tesoros se custodian en iglesias rurales sin horarios de apertura establecidos. Por eso hay que estar atentos a los programas de apertura de verano o Semana Santa, que abren la mayoría de estos monumentos.
¿Quieres conocer algunos de ellos? Aquí van 11 templos rurales que te dejaran sin palabras:
La ermita de San Pelayo, el primer románico en tierras castellanas
Del gótico al renacimiento en la iglesia de Santa María del Campo
Turégano y lo que sucede cuando mueves los muebles en una iglesia
La meca de la carpintería española en Santa Colomba de la Vega
La colorida ermita a la sombra de la fortaleza más grande de Europa
1. El "Cielo" de madera de Macotera
Pocas techumbres se pueden asemejar en asombro y calidad artística al que tiene la iglesia de Nuestra Señora del Castillo de Macotera. Tanto es así, que este pueblo salmantino de un millar de habitantes ha apodado al techo de su templo parroquial como el "Cielo de Macotera", inspirados en su geometría de madera entrelazada y policromada, de inspiración mudéjar, que crea estrellas a lo largo de los 26 metros de largo de su nave central.
Una obra maestra de la carpintería de armar que no es la única de este templo. También la tribuna del coro se une a esta lujuría artística, ya que se cubre con unos alfarjes decorados por un conjunto de mocárabes, formas geométricas y florales, que nada tienen que envidiar a ese cielo estrellado de la nave.
Esta iglesia suele estar incluida en los programas de apertura de monumentos de verano y Semana Santa.
Un museo renacentista en el retablo de Olivares de Duero
Es una obra cumbre del Renacimiento español muy desconocida. Hablamos del retablo mayor de la iglesia de San Pelayo, en Olivares de Duero (Valladolid), en plena milla de oro de la Ribera de Duero. En forma de tríptico, este retablo está formado por 51 tablas pintadas al óleo cuya autoría corresponde a Juan Soreda y su taller. Además también se complementa con escultura, destacando el Calvario del ático atribuido a Alonso Berruguete.
Estamos hablando en su conjunto de una retablo de considerable valor artístico que sobresale en una iglesia de un pueblo con tan solo 300 habitantes censados. Paradojas de la historia y, en este caso, un misterio, pues se desconoce quién pudo patrocinar esta obra de arte de estética plateresca. En la actualidad podrás verla totalmente restaurada y casi entera, pues en una noche de 1987, unos ladrones de arte robaron diez de las tablas, cuando el retablo estaba desmontado y preparado para ser restaurado. Por suerte nueve de ellas fueron recuperadas por la policía. La que representaba al profeta Balaán sigue desaparecida.
Esta iglesia suele estar incluida en los programas de apertura de monumentos de verano y Semana Santa. Igualmente, fuera de temporada, hay un cartel informativo en la iglesia que da la posibilidad de concertar visita, o llamando al Ayuntamiento.
La ermita de San Pelayo, el primer románico en tierras castellanas
Palencia es la provincia que más promoción ha hecho de sus encantos románicos, convirtiéndolo en uno de los principales reclamos de su oferta turística. Y no es para menos, pues cualitativa y cuantitativamente, la provincia entera es un museo perfecto para mostrar la evolución de este estilo artístico en España. Y concretamente, si nos vamos a los orígenes del románico palentino, debemos mencionar un pequeño templo situado a un kilómetro del caserío de Perazancas de Ojeda: la ermita de San Pelayo.
Su decoración tanto exterior como interior es herencia del primer románico que enraízo en tierras castellanas. Por fuera destaca el ábside que concentra toda la decoración románica del exterior, coronado por arquillos ciegos y dos impostas, una de ellas taqueada. Dentro te encontrarás con unas pinturas murales, o lo que se conserva de ellas, que pueden fecharse desde principios del siglo XII hasta pleno siglo XIII, y que representan un Pantocrátor junto con las figuras de algunos apóstoles.
Esta ermita suele estar incluida en los programas de apertura de monumentos de verano y Semana Santa.
Del gótico al renacimiento en la iglesia de Santa María del Campo
"La torre más bella y monumental de todo el Renacimiento español". Así consideraba el arquitecto Fernando Chueca al campanario de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Santa María del Campo. Sus 60 metros de altura, son obra de Diego de Siloé y Juan de Salas. Pero además de la torre, los dos artistas moldearon una de las iglesias más ricas y grandes de la provincia de Burgos.
En su espacioso interior, podrás contemplar una importante colección de obras de arte que incluyen tablas de Pedro Berruguete en el retablo del trascoro, una sillería gótica flamígera en el coro, bóvedas de nervios entrelazados que parten de columnas de piedra con capiteles figurados, un púlpito que es una excelente obra de yesería gótico-mudéjar, o un claustro que conserva las tres galerías primitivas góticas.
Esta iglesia cuenta con un régimen de visitas propio. Más información en la página del Ayuntamiento de la localidad.
La "Catedral" de Támara de Campos
Los artistas del renacimiento español libraron su mayor batalla artística en la comarca de Tierra de Campos. No hay más que ver el interior de las iglesias de sus pequeños y numerosos pueblos. A partir del siglo XVI este territorio vivió su época de mayor esplendor dando lugar a templos de proporciones catedralicias, tanto por su tamaño como por lo que custodiaban en su interior. Uno de los mejores modelos que lo demuestran se levanta en la localidad de Támara de Campos.
Con menos de un centenar de habitantes, la sombra que crea la iglesia de San Hipólito el Real bien podría cubrir todo el pueblo. El monumento se empieza a construir a mediados del siglo XIV, aunque el grueso del edificio que hoy podemos admirar data de los siglos XV y XVI. De su exterior destaca la majestuosa torre herreriana y en su interior son numerosos los atractivos que se pueden contemplar, como una excepcional colección de hasta diez retablos barrocos, el órgano del siglo XVIII sostenido en equilibrio sobre una columna, la pila bautismal y el púlpito con yeserías.
Esta iglesia suele estar incluida en los programas de apertura de monumentos de verano y Semana Santa. Además en días festivos o puentes también suele tener horarios de apertura.
Las extraordinarias yeserías de Rodilana
Si se pueden crear obras maestras con la piedra, la madera o la pintura, por qué no con el yeso. Una cuestión que se tomaron muy en serio unos hermanos del siglo XVI oriundos de la localidad zamorana de Villalpando. Eran los hermanos Corral, con los nombre de Jerónimo y Juan, dos artistas que trabajaron mano a mano en diferentes monumentos de la provincia de Palencia y Valladolid, dejando un rastro inconfundible en forma de yeso. Y una de sus obras cumbre la encontrarás en Rodilana, una pedanía de Medina del Campo.
En el interior de la cúpula ovalada de su iglesia con advocación a San Juan Bautista, te encontrarás con una de las yeserías de mayor calidad y mejor conservadas de Castilla y León. Una obra de arte organizada en tres alturas, en parte policromada y dorada, que mantiene un perfecto equilibrio y estructura en su decoración.
Esta iglesia suele estar incluida en los programas de apertura de monumentos de verano y Semana Santa.
Turégano y lo que sucede cuando mueves los muebles en una iglesia
En la localidad segoviana de Turégano hasta 2010 había un solo protagonista a nivel turístico: su magnífico castillo con iglesia románica en su interior. Pero ese mismo año le salió un competidor quizá no tan monumental en tamaño, ni tan fácil de ver como la fortaleza. Y es que en la iglesia de Santiago de Turégano, junto a la Plaza Mayor porticada, se halló, tras el retablo barroco del presbiterio, otro retablo, pero en este caso escultórico, de piedra, que conservaba la policromía original y de estilo románico.
Un hallazgo extraordinario, y excepcional en Castilla y León, que ocurrió en los años 80, pero no fue hasta 2010 cuando se abrió para las visitas. Se adelantó el retablo barroco creando una especie de girola tras él para poder contemplar este singular grupo escultórico formado por dos relieves que se ubican en el espacio entre las tres ventanas del ábside. En el de la izquierda se representa al apóstol Santiago el Mayor, y en el de la derecha se muestra a Cristo en majestad rodeado por el Tetramorfos.
Esta iglesia suele estar incluida en los programas de apertura de monumentos de verano y Semana Santa. Según se señala en la página del Ayuntamiento de Turégano, también puede visitarse media hora antes de las misas (martes a viernes a las 18:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 13:00). Más información
La meca de la carpintería española en Santa Colomba de la Vega
Poco a poco se ha ido dando a conocer esta joya situada muy cerca de La Bañeza, en la localidad leonesa de Santa Colomba de la Vega. Y es que no es descabellado decir que en la iglesia parroquial de este municipio se haya la armadura más espectacular de la provincia de León, y una de las mejores de Castilla y León.
Una verdadera exquisitez de madera policromada fechada en el siglo XV que simula un firmamento estrellado en toda la techumbre de madera de la nave y de la capilla mayor. Curiosamente ha sido la calidad con la que se cosió la madera lo que ha hecho que sobreviva pese a la ignorancia que sufrió en el siglo pasado, según denunciaron varios estudiosos de la época. Ni las filtraciones de agua que dañaron la lacería por problemas en la cubierta, ni las plagas de insectos, o el derrumbe en el tajado en el año 1990, pudieron con esta maravilla de la carpintería de armar española.
La visita a esta iglesia cuesta 2,50€, en horario de 11 a 14 horas, y de 17 a 20 horas. En la verja en la entrada a la iglesia hay un papel informativo con dos teléfonos para contactar en el caso de no estar los guías.
El delirio renacentista de Berlanga de Duero
Gran parte de las grandes iglesias de España contaron con uno o varios mecenas que financiaban su construcción. A cambio de su donación, estas pudientes personas, nobles o reyes, podían tener sepultura en el interior de la misma iglesia y su heráldica se hacia ver en lugares destacados de la arquitectura. Un ejemplo de esta propaganda de exaltación de linajes tiene uno de los casos más extremos en la colegiata de Santa Maria del Mercado, en la localidad soriana de Berlanga de Duero.
Se comenzó a construir en 1526 bajo el patrocinio de los señores de Berlanga, María de Tovar e Iñigo Fernández de Velasco, quienes deseaban convertir la villa en modelo del Renacimiento. Así, decidieron no solo construir esta colegiata, sino que también ordenaron destruir los 10 templos románicos que tenía Berlanga para que no hubiese competidor. El resultado fue una iglesia mastodóntica cuyo proyecto no se finalizó, pero que destaca sobre el caserío del pueblo. Entrar en su interior sobrecoge por las dimensiones de sus tres naves de planta de salón.
Y la colegiata no fue el único gran edificio que se levantó en el pueblo para seguir ese sueño renacentista de los Tovar. Los restos del palacio de Berlanga o el castillo artillero son otros dos exponentes, sí bien no se han mantenido tan bien como el templo.
El precio para entrar en la colegiata es de 3€. Mas info en la página de turismo de Berlanga
10. La colorida ermita a la sombra de la fortaleza más grande de Europa
No muy lejos de Berlanga de Duero nos podemos encontrar con dos joyas de la historia del arte español. Una de ellas es la ermita de San Baudelio, en Casillas de Berlanga, con esas pinturas románicas que, aunque fueron objeto de expolio, aún muestran las singularidad de un edificio con ciertos aires a mezquita. La segunda, y menos conocida, es la ermita de San Miguel, en la localidad de Gormaz. La explicación de esta ignorancia bien puede explicarse porque se levanta literalmente a la sombra de la fortaleza califal más grande de Europa.
Pero, el castillo de Gormaz con sus extraordinarias dimensiones y vistas, no debería desmerecer a esta ermita, cuyo humilde exterior, una vez más, oculta a la vista unos frescos románicos del siglo XI y del mismo taller que trabajó en San Baudelio. Su colorido se extiende por los muros de la cabecera y parte de la nave, con representaciones del Ciclo de la Natividad, los ancianos del Apocalipsis, o escenas relacionadas con el nacimiento, la muerte y resurrección de Jesús.
Esta ermita suele estar incluida en los programas de apertura de monumentos de verano y Semana Santa. El resto del año es difícil verla abierta.
11. La colegiata de Castrojeriz y su venerada virgen de piedra
No podemos irnos de Castilla y León sin ver alguno de los pueblos que han brotado a lo largo del Camino de Santiago francés. Es el caso de Castrojeriz, una localidad burgalesa bañada por el río Odra que tiene la ruta jacobea como columna vertebral de su caserío. Esta le atraviesa de punta a punta, desde la colegiata de Santa María del Manzano en un extremo, hasta la iglesia de San Juan en el otro. De estos dos templos, nos vamos a detener en la colegiata porque sus notables dimensiones y lo que guarda en su interior.
Estamos hablando de un edificio de transición del románico al gótico, con reformas posteriores en el siglo XV y XVIII. De su arquitectura exterior destaca el impresionante rosetón con vidrieras alemanas.
En el interior hay que fijarse en sus retablos (el mayor con lienzos de Antón Rafael Mengs y Mariano Salvador Maella), los sepulcros de sus patronos, los condes de Castro, y el de la reina Leonor de Aragón. Pero el tesoro que más fama tiene es, sin duda, la imagen de piedra policromada de Nuestra Señora del Manzano, del siglo XIII. El rey Alfonso X el Sabio le dedicó cinco de sus famosas cantigas escritas en gallego.
Esta colegiata suele estar incluida en los programas de apertura de monumentos de verano y Semana Santa. También recomendamos visitar las iglesias de Villaveta, Villasilos y Villasandino, tres localidades próximas a Castrojeriz (Más información)
Comments