Son muchas las conmemoraciones y actos que se suceden a lo largo de la Comunidad cada 23 de abril en recuerdo a la Batalla de Villalar.
Pero algunos de estos homenajes permanecen en nuestros municipios durante todo el año, gracias a los murales que se encuentran pintados en sus calles.
¿Repasamos alguno de ellos?
Toro (Zamora)
Por el 500 aniversario de contienda, fueron varios los pueblos que decidieron reflejarla en sus muros. Es el caso del municipio zamorano, bajo el pincel del artista local Carlos Adeva. De esta manera, el monarca Carlos V, cuyas tropas fueron capitaneadas por Íñigo Fernández de Velasco y Mendoza, protagoniza un curioso mural de arte urbano en el que la historia cobra vida gracias a la magia de los muñecos Playmobil.
Dicha pintura, ubicada en la calle de Victoriana Villachica, se llevó a cabo dentro de los actos que se realizaron durante el año 2021 por la Fundación Castilla y León y fue un encargo del Ayuntamiento de Toro dentro del programa TAU (Toro Arte Urbano) al artista, que empleó varias jornadas en realizar su espléndido trabajo en ese homenaje conmemorativo, cuya celebración se vio empeñada por el impacto del Covid-19.
La Seca (Valladolid)
La localidad vallisoletana también recuerda con un mural la presencia de los capitanes comuneros, el 3 de septiembre de 1520, según se tiene constancia, con motivo de la redacción de una carta de la sacristía de la Iglesia primigenia, de lo que entonces era una aldea de poco más de doscientos vecinos.
El contexto de la firma de la carta era el de los días posteriores a la Quema de Medina del Campo (21 de agosto de 1520) y ante un inminente encuentro con la reina Juana en Tordesillas (29 de agosto de 1520). El artista y reconocido muralista Carlos Adeva también es el autor de este mural representativo.
Su inauguración se enmarcó dentro de un conjunto de actividades por el 500 aniversario de la batalla de Villalar, como la recreación estática de la firma de la carta, la edición de un díptico informativo con una síntesis histórica o la celebración de una conferencia sobre la Seca en la Guerra de las Comunidades.
La Torre del Valle (Zamora)
El 23 de abril de 2021, este municipio situado en la comarca de Benavente y Los Valles recordó los acontecimientos sucedidos en la Guerra de las Comunidades a través de un mural realizado por el artista burgalés Rubén Arrabal Espeja.
La pintura cuenta con el lema “La lucha de un pueblo para no perder su nación y su libertad”. Junto a una actual bandera castellanoleonesa y la fecha de 1521, se representa también al obispo zamorano Antonio de Acuña, uno de los cabecillas comuneros.
El mural representativo se realizó tras la convocatoria de ayudas de la Fundación Castilla y León y la Diputación Provincial. Además, también se celebraron cuentacuentos y talleres.
Marzales (Valladolid)
Este póster dedicado al V centenario de la batalla de Villalar, fue inaugurado dentro de una ruta tras los pasos de Padilla, Bravo y Maldonado y realizado por el ya nombrado Carlos Adeva.
Muy cerca de Villalar, Marzales luce dicha obra en su entrada (o salida, según se mire).
En él se puede ver la representación de la contienda de una forma muy sencilla: con los cascos que protegen la vida de los combatientes. Uno simboliza el yelmo de Carlos V con su escudo de armas, mientras que enfrente se sitúa un morrión, casco castellano que se utilizaba en el siglo XVI.
Villalar de los Comuneros (Valladolid)
El municipio comunero por excelencia no podía faltar en esta lista. Cada rincón de Villalar recuerda la batalla que se libró entre sus calles hace ya más de 500 años.
Este emblemático pueblo, situado a unos 45 kilómetros de Valladolid y próximo a la provincia de Zamora, no destaca por su monumentalidad, ni tampoco por su número de habitantes. Es un pueblo cincelado por la historia, emblemático por su trágico cometido en el devenir de las tierras castellanas. Salpicados sus campos y sus calles por la sangre comunera, Villalar es de los Comuneros y de sus descendientes, que no olvidaron tan funesto final, que no olvidaron a Padilla, ni a Bravo, ni a Maldonado, ni al pueblo llano que les siguió. Recordar tan noble gesta es de obligado cumplimiento, porque los comuneros no murieron en vano siempre que haya alguien que recuerde los porqués de su lucha.