El décimo pueblo más extenso de Zamora constituye uno de los núcleos de mayor entidad en el espacio de “la raya” del oeste de la provincia castellano-leonesa.
Se encuentra a 44 kilómetros de la capital y por carretera se comunica con las principales localidades del Noroeste de la provincia. Más de la mitad de su término municipal formará parte del LIC Sierra de la Culebra, en la futura “Red Natura 2000”.
Un viaje al pasado
La historia documentada de Tábara se remonta al menos a la Alta Edad Media, debido a que conformaba un importante centro monástico de amplia resonancia en el Reino de León, en torno al cenobio de San Salvador. El monasterio parece ser fundación de San Froilán a finales del siglo IX, siguiendo el encargo real de Alfonso III. Además, en este monasterio hubo un scriptorium donde se copiaron e iluminaron una serie de espléndidos Beatos, objeto de la atención de numerosos investigadores y curiosos: el de Tábara y otros códigos custodiados en diversos archivos y bibliotecas nacionales y extranjeras, entre los que destacan los de Turín y Las Huelgas.
La división de Wamba, documento apócrifo de principios del siglo XII, coloca a Tábara como uno de los límites de la diócesis de Zamora:
Ell obipado de Numancia, esta es Çamora, tenga por Penna Gusendo fasta Tormes o son los bannos de Val de Rey que yazen sobrel, et dalli fasta en Duero, e de Villalal fasta Oter de Fumus assi como ua acerca de Rio Seco fasta Breto, e de Tauara fasta en Duero.
En la segunda mitad del siglo XI, todo apunta a que la villa tabarense estaba en posesión de la infanta Elvira, hija del rey Alfonso VI. Doña Sancha, hermana del emperador Alfonso VII, entregó a su vez todo el valle de Tábara a la Orden del Temple. La presencia de los caballeros templarios en el valle generó conflictos sobre los derechos episcopales con el obispo de Astorga.
Suprimida la Orden del Temple en 1312, Tábara debió pasar a la Corona y a mediados del siglo XV ya existía el señorío de Tábara que, con el tiempo, llegó a manos de una rama de la familia Pimentel. Estos trataron de emular en la villa una corte aristocrática del Renacimiento, construyendo su casa-palacio, con portada plateresca.
La implantación del régimen señorial generó tensiones y disputas entre el señor y los vasallos. Estos últimos se quejaban de que no podían nombrar sus propios concejos y de las limitaciones de explotación de los recursos naturales. Esta situación llevó al establecimiento de una concordia y futuro perpetuo, donde se reconocían ciertos aprovechamientos y libertados para los lugares de la Tierra Vieja.
Tras varios episodios históricos que provocaron, incluso, que Tábara permaneciese durante unos años a la provincia de Salamanca, actualmente la villa se ha consolidado como uno de los lugares más relevantes de Zamora, con sus 113 kilómetros cuadrados.
Los beatos de Tábara
Para tratar de una de los aspectos fundamentales de Tábara, sus beatos, es necesario hablar primero de la Iglesia de Santa María, edificada sobre los restos mozárabes del Tabariense Cenobium de San Salvador.
En su torre podemos observar una parte superior románica y otra inferior más primitiva (siglo IX), conservando toda ella un aspecto claramente defensivo. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 931 y recientemente BIC (Bien de Interés Cultural).
En su interior acoge el Centro de Interpretación de los Beatos, donde se puede contemplar los facsímiles del Beato de Tábara, el Beato Morgan (2 volúmenes), el Beato de Gerona y el Beato de las Huelgas.
Recientemente los Beatos han sido declarados patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y de los 21 códices que se conservan en todo el mundo, tres se realizaron en el Scriptorium tabarense lo que demuestra la importancia que Tábara tuvo antes de finalizar el primer milenio.
Pero, ¿qué es un facsímil?
Un facsímil o facsímile (del latín fac simile, “hacer semejante”) es una copia o reproducción casi idéntica de un documento (generalmente antiguo y de gran valor, como un libro, un manuscrito, un impreso, un mapa o un dibujo a mano alzada) o de una firma.
Para conseguir realizar este tipo de reproducciones de alta calidad, lo más habitual es utilizar técnicas fotográficas y de serigrafía, que permiten imitar fielmente los colores, tamaño, defectos y matices del documento original.
Hace más de un milenio copiaron e iluminaron en Tábara algunos de los más bellos códices de la Edad Media. En el siglo X, el cenobio tabarense cobró fama por los libros que allí se escribían e iluminaban. En su Scriptorium trabaja el escriba y miniaturista Maius, copiando e ilustrando el Comentario al Apocalipsis de San Juan, textos patrísticos que había recopilado Beato en el siglo VIII, monje de San Martín de Turieno, monasterio localizado en la comarca de Liébana. A las copias de este manuscrito realizadas entre los siglos X y XIII se les denomina de forma genérica con el nombre de Beatos.
Los códices realizados en el Scriptorium de Tábara por Maius y sus discípulos, representan la contribución más valiosa de España a la historia de la ilustración del libro medieval.
Arquitectura popular
La casa tradicional
En toda la Comarca de Tábara aún se conservan casas, bodegas y corrales con sus usos y funciones originales. Aunque la mayoría de los molinos, casas, pajares y hornos han ido perdiendo su utilidad.
El ganado se encuentra generalmente separado del a vivienda, aunque no a demasiada distancia. Por lo tanto, podemos encontrar viviendas que ocupan un solar, mientras que los corrales se localizan en un solar cercano; o, por otro lado, las casas-corrales, organizadas en torno a un patio interior con sus correspondientes variantes. En Tábara es característico el zócalo de “piedra brava”, que se corona con adobe o tapial.
Hornos de pan
Es uno de los elementos más característicos de la arquitectura popular de esta comarca. Antiguamente existían hornos vecinales y hornos propios asociados a la casa popular. Su fragilidad, debido a la construcción en adobe, no ha ayudado a su conservación. La mayoría de los que existen, aparecen adosados a las viviendas, en un lugar cercano a la cocina de la casa.
Los molinos
Todos los molinos de esta zona responden al tipo denominado “rodezno”. Estos destacan por la simplicidad de su construcción y por su eficacia. Se aprovechan las corrientes, los cauces estrechos y los encajonamientos de las riberas adaptando la construcción a dichas circunstancias. En el exterior suelen disponer de una ménsula que sobresale del paramento en uno de los lados de la puerta y cuya función es servir de apoyo y meseta para la carga y descarga de carros.
Camino Mozárabe-Sanabrés
Constituye una continuación de la Vía de la Plata. Al llegar a la localidad cercana de Granja de Moreruela, los peregrinos que vienen desde Mérida o Sevilla siguiendo el camino de la antigua vía romana, puede escoger dos alternativas para continuar a Santiago de Compostela: La primera recorre la Vía de la plata hasta Astorga y enlaza con el Camino Francés; mientras que, la segunda opción consiste en dejar la Vía de la Plata y desviarse por el Camino Sanabrés hacia la provincia de Ourense, pasando por los municipios de Tábara, Santa Marta de Tera, Rionegro del Puente y Puebla de Sanabria.
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