El pueblo de Roturas, uno de los más pequeños de la provincia de Valladolid ubicado a 56 kilómetros, instala su caserío en la margen izquierda del arroyo de San Pedro, que un poco más abajo desaguará al río Duero.
1. Sus casas se agolpan en torno a un pequeño alto rodeado de páramos entre dos valles, donde se encuentra un viejo olmo, que debió tener unas dimensiones considerables, debido a la anchura del diámetro que hoy presenta. Muy cerca de él, una casa particular del siglo XIV o XV, que pudo ser hospital de peregrinos.
2. A pesar de ser un pueblo pequeño, actualmente cuenta con tres casas rurales: La vieja olma, El Salegar y Vega del Duero. Abre al público la Escuela del Ayer, un aula de la posguerra que conserva los objetos y mobiliario de entonces y que fue cerrada hace ya más de cuarenta años.
3. Su patrón es San Esteban en pleno verano. Además, festejan a San Isidro Labrador y San Juan. En cuanto a su gastronomía destaca el lechazo asado. Tiene varias hectáreas de viñedo de bodegas de Pesquera de Duero y Peñafiel.
4. Su iglesia parroquial se dedica a San Esteban datada en el siglo XVI. Llama la atención su retablo mayor, que está construido en piedra caliza de quebradas líneas arquitectónicas que se puede fechar en el primer tercio del siglo XVIII. Sobre un basamento de tipo pedestal descansan dos pilastras cajeadas que se repiten en serie superponiéndose en profundidad y sobre ellas aparece un muy movido frontón partido, cargado de agitadas molduras. Este frontón partido acoge una pequeña hornacina con una imagen de San Juan Evangelista. El retablo de piedra alberga en su seno otro pequeño retablo de madera policromada.
5. En la sacristía de la Iglesia de San Esteban se guarda una Cruz parroquial del siglo XV, de plata sobredorada de gran calidad, calidad, cuya iconografía está constituida por los cuatro símbolos de los Evangelistas, la Virgen y San Juan, el Pelícano y Adán resucitado, conservando la cruz el primitivo Cristo gótico.