... ideoque do et concedo tibodotemsive arras, scilicetvillamillam, que dicitur Molina sica, cum omni directo suo, et morabitinosvigintiaureos. El Conde Ramiro Froilaz da en arras a la condesa doña Elvira la villa de Molinaseca, 15 de mayo de 1168.
El nombre de este municipio leonés se debe a la unión de molinum (molinos) y siccum (secos) y de él se deduce la dedicación de su población durante la Edad Media al servicios de los monasterios. Aunque en realidad su desarrollo urbanístico y su acelerado crecimiento económico durante el siglo XII se debieron a su vinculación con el Camino de Santiago. Debido a que este hecho dotó a la población de edificios como iglesias, hospitales, molinos, albergue de peregrinos y el puente sobre el río Meruelo.
En época romana, Molinaseca ya contaba con una organización urbana a causa de su importancia como núcleo minero y a partir del siglo XIII sufrió un gran crecimiento en su agricultura, ganadería, artesanía y pequeñas industrias de los molinos, hornos y fraguas. Esto provocó también un desarrollo urbano con los nuevos pobladores proveniente de distinta partes de la península e incluso más allá de los Pirineos.
QUÉ VER EN MOLINASECA
Calle Real
Es el principal núcleo de población del municipio y coincide además con el paso del Camino de Santiago. Abarca desde el puente romano hasta el Crucero del Santo Cristo. El origen jacobeo de la ruta marca la distribución lineal en forma de lanza, característica de este tipo de asentamientos.
En esta calle se pueden apreciar elementos populares bien conservados como corredores, galerías voladas de madera de castaño, escaleras exteriores de acceso a las viviendas, cubiertas de pizarra, además de algunas casas solariegas con portadas de sillería y escudos nobiliarios. Destacan la Casona de Don Pelegrín o Palacio de los Balboa y el Palacio de Cangas de Pambley.
A un lado de la calle, cerca de la iglesia de San Nicolás, se asentaba en el siglo XIII el barrio franco, fundamental en las villas jacobeas. Calles estrechas y recoletas se abren perpendiculares a la Calle Real. Las casas se alinean muy juntas, separadas por estrechos callejones en los que apenas cabe una persona, ya que el espacio lo ocupa totalmente el vuelo de los tejados. Este esquema de calle principal y calles menores con callejones transversales es un paradigma urbanístico del Camino de Santiago, como se puede observar en otra localidades.
Iglesia de San Nicolás de Bari
Convertida en una espléndida muestra del arte religioso, se levanta sobre una loma dominando la villa majestuosa y señorialmente. El templo se encuentra localizado tras pasar el puente romano, la Calle Real y girar inmediatamente a la izquierda por la Calle Rañadero.
La parroquia de San Nicolás de Bari se comienza a construir en la segunda mitad del siglo XVII y se accede a ella por una entrada principal con escalera de teatralidad barroca.
En el cuerpo de las campanas, realizado en sillería, se encuentra el reloj. Cada día, a las doce de la mañana, se puede disfrutar de la bellísima melodía del “Ave María de Lourdes”, interpretado por las mismas, lo cual sorprende gratamente a los visitantes.
Puente de los Peregrinos
El Puente Romano o Puente de los Peregrinos se encuentra al este de la localidad y por él llegan a la calle Real y a Molinaseca los miles de peregrinos que por aquí pasan camino de Santiago. Está construido en sillería con siete bóvedas de luces, de las cuales las tres primeras, con arcos de medio punto pertenecen a un puente más antiguo y se encuentran semienterradas.
Se atribuye su origen a la época romana, como parte de la vía que seguía desde Ponferrada hasta Foncebadón, testimonio de la cual serían las tres bóvedas más antiguas. También se encuentra unido íntimamente al nacimiento de la Villa de Molinaseca y asociado a la ruta del Camino de Santiago Francés. Durante su historia ha sufrido ampliaciones y restauraciones, en parte para ajustarlo a las variaciones del lecho de río.
Santuario de Nuestra Señora de las Angustias
Algunos autores mencionan la existencia en el siglo XI de una capilla en este mismo emplazamiento, lugar de devoción y de honda tradición en el Camino. Antes de la construcción de este santuario ya existía una gran veneración a la Virgen, como demuestra la fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias en 1561 y desaparecida en el siglo XX.
El santuario actual es el resultado de la reconstrucción interior y exterior llevada a cabo a finales del siglo XVII y principios del XVIII, coincidiendo con el levantamiento de la iglesia parroquial de San Nicolás. Entonces se hicieron sus pórticos laterales con arquería de medio punto, que servían para albergue y descanso de los peregrinos y de los segadores gallegos que iban a Castilla por este camino. Al regreso de la siega, dejaban en el santuario sus hoces como ofrenda y agradecimiento a la Virgen, arrancado con ellas una pequeña astilla de las puertas como preciada reliquia, por lo que hubo que forrar las maderas con chapas de hierro para evitar que el fervor de los devotos segadores y de los peregrinos las hicieran desaparecer.
Las Puentes de Malpaso
Se localizan al suroeste de Molinaseca, en la ruta que une esta localidad leonesa con Riego de Ambrós. Fueron construidas en la época romana para salvar el arroyo Pequeño y el arroyo Grande, ambos tributarios del río Meruelo y toman su nombre de los mismos arroyos.
La Puente Pequeña y La Puente Grande se localizan a 2300 y 2700 metros de Molinaseca, respectivamente. Ambas están construidas sobre roca, con bóvedas de cañón de mampostería rejuntada con mortero.
Antiguamente comunicaron la Vía Augusta, a través de Lombillo, Valdueza y Ferradillo, con las antiguas explotaciones auríferas de Las Médulas. Para acceder a las mismas se toma una senda turística desde la Iglesia de San Nicolás de Bari de Molinaseca, perfectamente señalizada.
Casa nobiliaria Cangas y Pambley
El conjunto está compuesto por la casa nobiliaria unida a otra menor mediante pasaje elevado. La edificación principal se construye en mampostería de pizarra vista, con las esquinas enmarcadas en piedra, tanto en la planta inferior como en las fachadas exteriores.
En la fachada que da a la Calle Real, la edificación principal presenta varios escudos declarados Bien de Interés Cultural con las armas de la familia Cangas-Pambley. Entre las figuras que se repiten cabe destacar: El árbol y el caballero, símbolos de antigua nobleza; La torre, que habla de la generosidad con la que el caballero ofrece servicio a la patria y al rey; El león: que encarna el espíritu generoso, guerrero, la vigilancia, el dominio y la soberanía; Y, finalmente, el río, representando al caballero erudito y afortunado.
Crucero del Santo Cristo
Es un bello motivo jacobeo, que se encuentra al final de la calle Real. Se levanta sobre un pedestal de planta cuadrada y cuatro escalones de granito. La columna del crucero es octogonal y se ha añadido una hornacina de cristal con un crucifijo pequeño al que siempre adorna un ramo de flores.
Ya se menciona en una donación que hace Doña Igobor al Monasterio de Sobrado en 1202. Por ella concede a los monjes numerosas propiedades en Molinaseca.
RUTAS
Ruta de Las Puentes del Malpaso
- Distancia: 12 kilómetros.
- Tiempo estimado: 3 horas y 45 minutos.
- Ciclabilidad: No
- Dificultad: Baja.
- Época recomendada: Otoño y primavera.
Para empezar la ruta, se debe cruzar el pueblo hasta las eras que están al final del mismo, donde a la izquierda comienza un sendero que se debe recorrer hasta Riego de Ambrós. Este camino discurre por la parte del valle contraria a la carretera y por la falda de la montaña, ganando poco a poco altura sobre el cauce del río. El recorrido está conformado por un paisaje cerrado de abruptos roquedos y abigarrado matorral que se transforma en cada recoveco, especialmente en primavera y otoño.
La vegetación consiste principalmente en bosque de ribera de alisos o humeros y chopos, además de alguna salguera. Después de una hora de camino y de vadear un pequeño arroyo, se llega los llamados Puentes de Malpaso, muy estrechos pero de considerable actitud.
A partir de aquí, la ruta comienza a subir hacia Riego de Ambrós, convirtiéndose en un poco más incómoda, pero sin dificultad. Siguiendo el sendero, se pueden tomar dos alternativas: Bajar por la misma senda o por la carretera y senda paralela que utilizan los peregrinos que hacen el Camino de Santiago hasta Molinaseca.
Ruta de los miradores
- Distancia: 3,4 kilómetros.
- Tiempo estimado: Hora y media – 2 horas.
- Dificultad: Media-baja. .
La ruta comienza en el Bosque del Nacimiento. Este está formado por árboles plantados por cada alumbramiento o adopción en Molinaseca, llevando cada árbol una placa identificativa con el nombre y la fecha de nacimiento de cada niño o niña. La finalidad de esta iniciativa municipal denominada “Echa Raíces en Molinaseca” es crear un bosque en el que cada árbol esté hermanado con un infante del municipio, fomentando entre los más pequeños el respeto al medio ambiente y fortaleciendo el sentimiento de arraigo con la localidad.
Desde el Mirador del Bosque del Nacimiento se continúa hasta el Mirador del Soto. Desde ambos se puede disfrutar de unas bellas vistas de Molinaseca, así como de la variada vegetación. Además, el recorrido enlaza con la ruta de Las Puentes de Malpaso.
El nombramiento de Molinaseca como "uno de los pueblos más bonitos de España" hace unas semanas no se debe a una casualidad. Esta villa berciana podría servir de inspiración de un precioso cuadro pintado con una estampa para enmarcar, de las que quedan grabadas en la retina para siempre.
El conjunto que conforman su paisaje, su puente de piedra medieval, su playa fluvial, sus antiguas casonas y las dos iglesias que se levantan monumentalmente en lo alto del pueblo, han cautivado ya a los miles de peregrinos que han pasado por sus calles a lo largo de su extensa historia, además de todos los visitantes que se acercan al municipio leonés. Una visita (obligada) que no deja indiferente a nadie y que, además, ofrece una gran riqueza natural, gastronómica, histórica y arquitectónica.
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