23 de mayo en Valladolid. Un total de 22 kilómetros por delante. Un pequeño municipio, cercano a Tordesillas, nos esperaba. Sonaban las campanas de la Iglesia marcando las 5 de la tarde, cuando subíamos las escaleras del edificio del Ayuntamiento. Allí, nos recibía Begoña Vicente Errasti, alcaldesa de Villamarciel.
Tras las correspondientes presentaciones, unos minutos de charla para calmar nervios y encender cámaras, comenzamos la entrevista. “Todo el mundo tiene inquietudes por saber que puedes mejorar” contestaba la alcaldesa, quien lleva viviendo en Villamarciel desde hace veinte años. Llegar a ser alcaldesa de su pueblo fue en gran medida porque le gusta que su pueblo esté bien. “Esa fue la idea, intentar mejorar, puesto que vivo aquí” explicaba Vicente Errasti.
Estar al frente de un ayuntamiento de Villamarciel, pedanía que depende de Tordesillas, no es tarea fácil. “Los alcaldes de pedanías no cobramos, por eso hay que poner nuestro tiempo” afirmaba la alcaldesa. Sin embargo, cree que la experiencia ha sido buena a pesar de que “somos 315 habitantes y no podemos complacer a todos”. Begoña Vicente formó parte de la concejalía en la anterior legislatura y reconoce que al conocer a la gente del pueblo se lleva mejor. “No me puedo quejar, para nada” reconocía la alcaldesa.
La entrevista seguía su curso y le lanzamos la pregunta acerca de la población. La alcaldesa nos reconoció que hace unos años, se construyeron una serie de viviendas en el pueblo, debido a que era mucho más barato comprar una parcela. Además, al ser un pueblo de regadío, las tierras son muy buenas. “Antes se iba mucha gente del pueblo. Ahora, con la actual crisis económica esa misma gente vuelve” continuaba la alcaldesa. Por lo tanto, Villamarciel se encuentra en un momento de estancamiento.
Llegaba el turno de las preguntas sobre los servicios básicos. “Realmente estamos bien servidos” comenzaba Begoña Vicente. El pueblo dispone de un centro médico en el que reciben la visita del médico y de la enfermera tres días a la semana. “Lo bueno es que la gente, sobre todo mayor, no se tiene que desplazar” explicaba la alcaldesa. Los recortes también han llegado a Villamarciel, ya que antes, la asistencia sanitaria era de 5 días a la semana. En el caso de la educación, hasta hace unos años, existía una escuela de chicos y de chicas. “Realmente hay muchos niños, pero deben desplazare hasta Tordesillas” nos comentaba la alcaldesa. Tanto el transporte como el comedor son suministrados gratuitamente.
Para ser un pueblo pequeño, hay muchas empresas. Estas van desde el bar, tienda y farmacia hasta un taller de restauración, otro de forja y una empresa de limpieza. Sin embargo, la principales actividades económicas son la ganadería y la agricultura. “Mucho más la agricultura por la gran cantidad de tierras, sobre todo de regadío” analizaba Begoña Vicente. Cree que tanto a nivel personal como colectivo, sí que se palpa la crisis económica. “Se compra mucho menos y se vende a cuatro duros” concluía la alcaldesa.
Si el pueblo sigue funcionando como antaño es por el testimonio de las personas mayores que cuentan cómo era la vida de Villamarciel. “Muchas tradiciones se han perdido, pero como en todos los pueblos” nos contaba la alcaldesa. Antes se pedían rosquillas, se organizaban los disfraces y las matanzas…“Desafortunadamente, de lo que la gente mayor te cuenta a lo que hoy en día ves, hay mucha diferencia” explicaba Begoña Vicente.
La entrevista daba un giro para poder preguntarla acerca de los medios de comunicación. “Es cierto que dan cobertura, pero solo cuando pasa algo” lamentaba la alcaldesa. Cree que cuando el pueblo tiene necesidades o realmente quieren denunciar cualquier situación no están pendientes de ellos.
Historicamente, Villamarciel depende de Tordesillas y es por eso que es difícil conseguir iniciativas culturales. En el municipio, existe una asociación de jubilados con numerosas actividades llamada San Feine. Además, quieren abrir una biblioteca municipal, a pesar de que el biblio-bus pasa cada 15 días. “No se puede hacer mucho más. Somos una pedanía, que tenemos todo más cerca, para bien o para mal” decía la alcaldesa.
Punto final a la entrevista. Begoña Vicente Errasti nos quiso dar las gracias por darle la oportunidad de expresarse. Y finalizó con una bonita frase, que os queremos compartir: “Si seguimos viviendo aquí, es porque estamos encantados”. Y desde luego, no hay mejor motivo.
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